A menudo los artículos sobre sistemas de sanitización y acceso al agua, hacen referencia a países del tercer mundo. Aunque de acuerdo con el World Resources Institute, para el año 2040, esto empeorará[1] a nivel mundial donde la problemática es realmente grave, especialmente en los casos urbanos, debido a una mayor concentración de personas por metro cuadrado, cuyo panorama empeora en situaciones de desastre, aún en países desarrollados o en vía de serlo.
No obstante, el acceso al agua limpia y de uso sanitario ser considerada como esencial para la realización de todos los Derechos Humanos y reconocida por la Asamblea General de las Naciones Unidas (resolución 64/292[2]), todavía queda mucho por hacer en infraestructura y calidad, situación que se ve agravada ante la ocurrencia de desastres, ya que comúnmente no tienen capacidad de resiliencia. Lo anterior, se agudiza además porque generalmente las fuentes de agua se encuentran fuera de los límites de la ciudad y por lo tanto se añade otro factor, el transporte.
En esta etapa entran en acción los sistemas purificadores de agua, de los cuales existe la más amplia gama en tamaños y capacidades. Como es sabido, en etapas posteriores a la ocurrencia de un desastre, un gran número de donantes (motivados por diversos tipos de intereses), realizan aportes en equipamiento y alimentos para contribuir a mitigar los efectos causados por el evento. No obstante, un problema generalizado es el tipo de equipo que habitualmente entregan, el cual muchas veces es enviado al área de misión desde el país de origen de la organización, como una forma de proyectar y respaldar su tecnología, pero a menudo es entregado sin el entrenamiento ni sostenimiento adecuado (para las operaciones de corto alcance), lo que sí ocurre en los proyectos que desarrollan ONG´s en términos de largo plazo.
A veces recibes una obra maestra en materia de tecnología, pero al igual que los alimentos, en el área de misión también se sufre de escases de combustible, repuestos e insumos, por lo que si no posee la característica de ser policombustible y con piezas adaptables, puedes terminar con una excelente pieza de museo (¡¡sucede!!).
Desde el punto de vista de las necesidades que surgen en situaciones de desastre, en mi opinión lo ideal, tanto para equipos de uso masivo como individual, deben considerar:
A. Transportabilidad
1. Plantas de uso masivo
Esto obedece a que en la mayoría de los casos; a excepción cuando se trata de zonas urbanas, los caminos de acceso tanto a la zona afectada como a las fuentes de agua, por lo general se encontrarán cortados y se requerirá el uso de medios aéreos o marítimos. Por lo que su tamaño y peso no debe ser excesivo.
Aéreo: Podría requerir ser lanzado en paracaídas o transportado por pequeños helicópteros.
Marítimo: De no contar con un muelle que permita el atraque de la embarcación por su envergadura, se requeriría en pequeñas embarcaciones.
Para ambos casos, el equipo debe ser robusto (MILSPEC), impermeable y con tomas para su fijación (medidas y sistemas de sujeción estándar para containers).
2. Individual:
Botellas de no más de 2 lts.,
Pillow tanks livianos con asas de transporte.
Instrucciones claras (considerando público no letrado)
B. Fácil de operar
Esto requiere que su manipulación, instalación, operación y mantenimiento no necesite de mano de obra especializada; excepto en aquellos niveles de mantenimiento o reparación de segundo grado o superior.
C. Bajo costo de operación
Capaz de operar largos períodos; a pesar de tener un bajo o nulo mantenimiento.
Insumos estándar con diseño de fácil obtención e identificación en el mercado mundial (Nato Stock Number, NSN), de acuerdo con la Agencia de Apoyo y Contratación de la OTAN (NATO Support and Procurement Agency, NSPA) http://www.nspa.nato.int/en/organization/nspa/nspa.htm
D. Múltiples fuentes de alimentación
La planta debe tener en lo posible duplicidad de capacidad de alimentación (policombustible) u otro tipo alternativo de fuente de energía.
E. Multiple Sistema de coplas
Es muy común encontrar diferentes sistemas de coplas para conectar mangueras (generalmente se utilizan las de incendio), por lo que una buena solución, es considerar adaptadores para las más comunes (tipo storz u otras).
Claro está que el mayor desarrollo por lo general es motivado por el sector militar antes que el humanitario, donde no se considera un aspecto fundamental que es la disponibilidad de medios y recursos.
La tecnología es buena, pero en aspectos humanitarios, estimo debe existir un punto de equilibrio entre eficiencia y efectividad.
Cualquier empresa que busque insertarse en el Mercado de equipamiento en apoyo de desastres, a mi juicio, debiera considerar a lo menos lo señalado en los puntos anteriores.
¡Manténganlo simple!
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